Ahí estaba, en una esquina de la pantalla, durante el momento culminante del espectáculo de Kendrick Lamar del medio tiempo del Super Bowl del domingo: una persona desplegaba una bandera combinada de Palestina y Sudán justo cuando Lamar —y todo el estadio— cantaban el remate de su exitosa y controversial canción “Not Like Us”: “Probablemente sea una menorrrrrrr”.
La NFL anunció en un comunicado que el manifestante formaba parte del elenco de 400 intérpretes que actuaron en el campo.
“El individuo ocultó el objeto en su posesión y solo lo desveló al final del espectáculo”, dijo la liga. “Nadie involucrado en la producción era consciente de la intención de ese individuo”.
Un representante de Roc Nation, la empresa de entretenimiento que organizó el espectáculo del medio tiempo, dijo en un comunicado: “El acto del individuo no estaba planeado ni formaba parte de la producción y nunca estuvo en ningún ensayo”.
En medio de las decenas de bailarines vestidos de rojo, blanco, azul y negro, se pudo ver al individuo parado sobre el capó de un automóvil en la parte central del escenario, un Buick Grand National GNX, el coche que Lamar usó como nombre de su álbum más reciente, GNX. Imágenes desde el campo y videos en las redes sociales mostraban a una persona con sudadera negra —como los extras del escenario— con las palabras “Sudán” y “Gaza” escritas en la franja blanca de las banderas, junto a un corazón y un puño solidario.
En la transición de Lamar a su última canción, “TV Off”, de GNX, se pudo ver al portador de la bandera saltando del coche y abandonando el escenario, corriendo en círculos con la bandera ondeando en sus manos hasta que fue abordado por la seguridad del evento que lo sacó del campo.
Emmanuel Morgan colaboró con reportería.
Jon Caramanica es crítico de música pop para el Times y presentador del pódcast Popcast. Más de Jon Caramanica