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Traducido por Marco Gámez
Antes de la temporada de 2023, cuando el reloj para controlar el tiempo entre lanzamientos era el tema principal, MLB introdujo la regla de cuidar a los corredores. Como corolario del reloj de lanzamiento, la regla de cuidar a los corredores limita el número de veces que el lanzador puede salirse (y reiniciar el reloj de lanzamiento) y lanzar a una base con un corredor. Después de dos intentos, si un lanzador vuelve a tirar a la base, debe hacer out al corredor o se sentenciará un balk.
El público pensó que esto resultaría en muchas más bases robadas. Con los lanzamientos a las bases limitados, los lanzadores estarían reacios a desperdiciar intentos. Después de dos lanzamientos a la base, los corredores podrían intentar robar con bastante confianza, pero se arriesgarían a ser sorprendidos en intento de robo. Los corredores sorprendidos aumentaron de 224 en 2022 a 290 en 2023. Esos corredores puestos out incluyeron 119 atrapados en intento de robo durante 2023, 142 durante 2024. Los balks aumentaron drásticamente, de 122 en 2022 a 208 en 2023.
Pero esos fueron espectáculos secundarios. El evento principal fueron las bases robadas. Y, como sabes, alcanzaron sus niveles más altos en décadas.
Las bases robadas en 2023, 116.8 por equipo cada 162 partidos, alcanzaron su nivel más alto desde 1997. Aumentaron aún más en 2024, 120.6, la mayor cantidad desde 1992. Claramente, los equipos estaban aprovechando la nueva regla. (Sí, las colchonetas también crecieron. No fue por eso que aumentaron las bases robadas).
Pero pareció demasiado desproporcionado. En 2023, Ronald Acuña Jr. robó 73 bases, Esteury Ruiz 67, Corbin Carroll 54, Bobby Witt Jr. 49, CJ Abrams 47 y Nico Horner 43, pero ningún otro sumó más de 38. El año pasado, Elly De La Cruz robó 67, Shohei Ohtani 59, Brice Turang 50, José Caballero 44, José Ramírez 41, y Jazz Chisholm Jr. 40. Ningún otro tuvo más de 37.
Y también hubo disparidad entre los equipos. En 2023, los Reds robaron 190 bases, 132 más que en 2022. Los Giants estafaron solo 57 ese año, 38 menos que la temporada 2022, previa a la nueva norma. El año pasado, los Nationals, Brewers y Reds robaron más de 200; los Braves, Giants y Twins estafaron menos de 70.
Es obvio que las bases robadas han aumentado en general. ¿Pero su distribución se está volviendo más dispar? ¿Se está volviendo más extrema la variación entre jugadores y equipos?
Al responder a esto, es importante recordar que la regla de cuidar a los corredores no es lo único que impulsa el robo de bases. El personal marca la diferencia. Cuando los Reds subieron a De La Cruz en 2023, era inevitable que robaran más a menudo. Los Braves (69 bases robadas el año pasado), por el contrario, tuvieron los bateadores con la tercera mayor edad en las Grandes Ligas.
Y las decisiones de los mánagers entran en juego. Los Twins (65 bases robadas el año pasado) tenían jugadores para quienes deslizarse podía resultar en una lesión que terminaría con la temporada en 2024. Los Brewers bajo el nuevo mánager Pat Murphy estuvieron mucho más felices con los robos en 2024 (217) que bajo Craig Counsell en 2023 (129).
Aun así, existieron disparidades. ¿Fueron más grandes de lo habitual?
Comenzamos con los equipos. Revisé cada temporada desde el inicio de la era de las divisiones en 1969. Para cada temporada, calculé la desviación estándar de los totales de bases robadas del equipo para la temporada. (Como estaba usando totales de toda la temporada, ignoré las temporadas abreviadas de 1972, 1981, 1994, 1995 y 2020). Cuanto mayor es la desviación estándar, mayor es la disparidad entre los equipos. Aquí está el resultado, con las dos últimas temporadas en rojo.
Eso parece un gran aumento. Y lo es, de 25 en 2022 a 32 en 2023 y 43 en 2024. Pero está en línea con el aumento general de las bases robadas. La desviación estándar en 2024 fue la mayor desde 1992, el mismo año que el máximo anterior en bases robadas. Cuando hay más bases robadas, la desviación estándar aumenta, porque la ventaja de los líderes sobre los rezagados se amplía. La brecha cada vez mayor entre los equipos en los últimos dos años está en línea con el aumento general de bases robadas.
¿Y la distribución entre jugadores? ¿Están robando una porción cada vez mayor de bases solo un puñado de jugadores?
Para responder a esto, primero tuve que determinar qué califica a un jugador como un gran robador de bases. Me decidí por los n mejores robadores de bases en una temporada, donde n es igual a la mitad del número de equipos. Por ejemplo, en 1969 (24 equipos), los principales robadores de bases fueron desde Tommy Harper (n° 1, 73) hasta Bobby Tolan (n° 12, 26). En 1982 (26 equipos), el rango fue desde Rickey Henderson (n° 1, 130) y Tim Raines (n° 2, 78) hasta Willie Wilson y Dickie Thon (empatados en el puesto 13, 37). El año pasado (30 equipos) De La Cruz estuvo en la cima, con Lane Thomas, Cedric Mullins y Dylan Moore empatados en el puesto 15.
Sumé el total de bases robadas alcanzado por los mejores robadores de bases en cada temporada y lo dividí entre el número total de bases robadas para obtener la proporción de los mejores jugadores del número total. Como en el pasado gráfico, resalté las dos últimas temporadas.
Hubo un aumento muy leve en la proporción de bases robadas de los principales robadores de bases cuando se introdujo la regla de cuidar a los corredores en 2023 hasta el 18.0% en comparación con el 17.2% del año anterior. Pero el año pasado cayó a un nuevo mínimo, 16.7%, continuando una tendencia de décadas.
¿Por qué ocurre esto? ¿Los mánagers están restringiendo más a los mejores jugadores o tienen más jugadores en la plantilla robando?
En 2024, hubo 120.6 bases robadas por equipo en 162 partidos. Comparemos eso con las temporadas más o menos similares de 1977 (116.2) y 1991 (120.1). En esos años, los principales robadores de bases representaron el 21.1% y el 20.9% de los robos, respectivamente, en comparación con el 16.7% de la temporada pasada.
Desglosé la cantidad de bases robadas por jugadores individuales. Presentaré estos datos en forma tabular. La columna “Aj” ajusta los números hasta una liga de 30 equipos (redondeada).
1977
1977 Aj
1991
1991 Aj
2024
Jugadores con 50+ robos
5
6
6
7
3
Jugadores con 40+ robos
12
14
10
12
6
Jugadores con 30+ robos
20
23
21
24
24
Jugadores con 20+ robos
47
54
43
50
50
Jugadores con 10+ robos
103
119
111
128
123
Jugadores con 5+ robos
156
180
168
194
233
Sin duda, De La Cruz, Ohtani y Turang se robaron muchas bases. Pero, en comparación con años anteriores, fueron valores atípicos. En una liga de 30 equipos, sólo nueve jugadores robaron al menos 40 almohadillas el año pasado, en comparación con diez en 1991 y doce en 1977, cuando sólo había 26 equipos. La razón por la que hubo un nuevo récord de bases robadas durante la era divisional el año pasado (3,617, superando las 3,585 de 1987) no fue por los jugadores en el tope. Fueron los 110 jugadores con 5-9 robos. Esas cifras se comparan con 61 ajustados al conteo del equipo en 1977 y 66 en 1991. No es que a Elly lo enviaron mucho. Es que a todos los mandaron un poco.
Entonces, ¿qué aporta la regla de cuidar a los corredores? Como se esperaba, más robos. Más disparidad entre los equipos, pero nada acorde con el aumento de robos. Pero para los jugadores individuales, ha traído oportunidades. Hubo más jugadores con cinco o más bases robadas el año pasado que en cualquier temporada desde la integración, incluso ajustando las diferencias en el tamaño de la liga. No sólo obtuvimos más bases robadas sino también más jugadores robándolas.
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